La entrada sur a Las Palmas de Gran Canaria ha desarrollado en un año un espacio renovado con flora autóctona donde hubo una gasolinera. Las actuaciones ejecutadas por la Corporación insular para iluminar y regenerar esta zona requirieron una inversión de 520.863 euros.
Donde dije ‘solar’, digo ‘jardín’. Y es que el entorno de la autopista GC-1 a su paso por La Laja, en la entrada sur a la capital grancanaria, ya no pasa desapercibido para las y los grancanarios ni para quienes visitan la Isla, tras haber recuperado su vegetación y, con ella, su belleza natural, fruto de las actuaciones que culminó el Cabildo de Gran Canaria hace poco más de un año y medio, con las que, con una inversión total de 520.863 euros, además de iluminar el lugar, regeneró el acantilado y el área que ocupaba la antigua estación de servicio de la zona.
Así, con ambas intervenciones, la Consejería de Política Territorial y Paisaje, con Inés Miranda al frente, dio los pasos iniciales necesarios para alcanzar su objetivo: convertir este enclave en un icono de Las Palmas de Gran Canaria. Para ello, era preciso eliminar o minimizar los elementos que producían impacto y realzar los valores propios, singulares y representativos del paisaje de Gran Canaria. Y así se hizo.
Hoy, esas primeras acciones ya han dado sus frutos y la ciudadanía isleña y las y los turistas que viajan a Gran Canaria disfrutan plenamente de este espacio de relevante interés medioambiental, que cuenta con valores paisajísticos, geológicos y geomorfológicos, y que constituye, junto al escarpe de El Rincón, las únicas muestras de acantilados vinculadas a la formación detrítica de la capital grancanaria.
Y para conseguirlo, se demolió la antigua estación de servicio, que estaba abandonada desde 1999, y se procedió a rellenar y a ajardinar el terreno, en el que también se instaló una red de riego. Con todo ello, se ha logrado regenerar y reverdecer el paisaje de este punto emblemático de Las Palmas de Gran Canaria.
Esas operaciones tuvieron un coste de 114.352 euros, al que se sumaron los 406.551 euros que se destinaron a dotar de iluminación el acantilado, en el que 68 proyectores leds de diferentes potencias, ubicados en 17 localizaciones a lo largo de la formación rocosa, se encienden cada noche de manera controlada. Esta acción en concreto ha supuesto ahorrar energía y mitigar los efectos que genera la contaminación lumínica, además de garantizar la protección ambiental del entorno y de proteger y conservar los cielos nocturnos, de acuerdo con las recomendaciones de la iniciativa ‘Starlight’ de la Unesco.
Cabe recordar que estas dos actuaciones se acometieron al amparo del plan que está llevando a cabo el Cabildo de Gran Canaria para la recuperación integral del entorno de La Laja, presupuestado en 3,8 millones de euros y que se enmarca en el ‘Plan Suturas’, la apuesta de la Corporación insular por la regeneración paisajística de los corredores de la GC-1 y la GC-2, que ha sido diseñado por el Observatorio del Paisaje.
De hecho, en estos momentos, el Cabildo continúa trabajando en el resto de las intervenciones proyectadas para esta zona capitalina, que incluyen desde el acondicionamiento de los aparcamientos situados en la entrada Norte de la playa, con una obra de contención y protección del talud incluida, hasta la mejora del túnel de acceso peatonal a la arena, junto a la creación de un parque periurbano en las laderas de Hoya de La Playa, con más de 400.000 metros cuadrados de zona verde y espacios deportivos, y al tratamiento de las fachadas de los inmuebles del barrio.