El Cabildo de Gran Canaria ha rehabilitado una nave de 1.900 metros cuadrados ubicada en la Urbanización Díaz Casanova, en la capital de la Isla, a la que se dará uso administrativo y de almacenamiento. El proyecto ha requerido una inversión de 1.294.668 euros y ha sido impulsado por las consejerías de Presidencia, que tutela Teodoro Sosa, y de Hacienda, al mando de Pedro Justo Brito.
El edificio se ubica en el número 18 de calle Managua y consta de un cuerpo principal que da a la citada vía y que estaba destinado a albergar oficinas, y de una zona trasera con cubierta a dos aguas, con acceso peatonal por la calle Matagalpa, que se empleaba como almacén.
La nave, que fue cedida por la Consejería de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias al Cabildo de Gran Canaria, se empleó durante años por el Servicio de Obras Públicas como sede del departamento de Conservación de Carreteras y como almacén. Posteriormente, una parte del inmueble fue adscrita al Patronato de Turismo, que también la dedicó a lugar de almacenaje, aunque quedó una gran superficie en desuso. En 2017, la instalación se cerró y, en 2018, servía únicamente para recoger restos de demoliciones o de traslados de oficinas.
Así, y dado el insuficiente espacio de almacenamiento con que cuenta la Corporación insular, se inició un expediente para acondicionar el inmueble, con el propósito de frenar su deterioro y volver a ponerlo en uso, para dar respuesta a las peticiones de acopio de los diferentes servicios y entidades del Cabildo.
Para ello, fue preciso actuar en unas instalaciones que estaban obsoletas y presentaban importantes desperfectos, como la ausencia de impermeabilización en la cubierta plana o la presencia de agujeros en la cubierta de fibrocemento a dos aguas que cubría el espacio central, que provocaban que el agua de lluvia entrara en la edificación.
En este escenario, los trabajos de la empresa adjudicataria del proyecto, BRB Construcciones, han consistido en compartimentar los espacios en función de las demandas requeridas, para lo que se ha desmontado la cubierta y se ha sustituido por otra de chapa metálica provista de aislamiento térmico, con lo que se han solucionado los problemas de impermeabilización. Asimismo, se han remodelado por completo las instalaciones, incluidos los sistemas de extinción de incendios en algunos de sus recintos; en la parte alta de la edificación principal, se han acondicionado las oficinas, y se ha dotado la nave con un grupo electrógeno y extinción automática.
Cabe destacar que, en el transcurso de la obra, fue preciso reforzar la estructura de hormigón armado que soportaba el techo de la cubierta donde se ubica la zona administrativa, así como el anclaje de las vigas de cuelgue, y se sustituyeron las cerchas de la nave principal, tras reforzar o encamisar los pilares que las soportan.