Desde que se iniciara el cómputo oficial, en 2003, un total de 103 mujeres y 8 menores han sido víctimas mortales de la violencia machista en Canarias de acuerdo al cómputo que realiza el ICI
La consejera de Igualdad, Noemí Santana, presidió este martes, el acto de rechazo y condena por el asesinato machista de Carmen C.A., de 84 años de edad, asesinada el lunes, 20 de marzo, supuestamente por su sobrino de 58 años, Sean C.R. en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria, en la sede de Presidencia del Gobierno de Canarias en Las Palmas de Gran Canaria. La directora del Instituto Canario de Igualdad (ICI), Kika Fumero, presidió la concentración de repulsa en la sede de Presidencia en Santa Cruz de Tenerife.
Con este último asesinato, ya son 103 los feminicidios por violencia de género confirmados en Canarias desde el año 2003, en el que se iniciara el cómputo oficial y de acuerdo a la Ley 16/2003, de 8 de abril, de Prevención y Protección Integral de las Mujeres contra la Violencia de Género de la Comunidad Autónoma Canaria que también contempla los asesinatos machistas fuera del ámbito de la pareja o expareja.
Diferencias entre la Ley canaria y la estatal
El artículo 3 de la Ley 16/2003, de 8 de abril, de Prevención y Protección Integral de las Mujeres contra la Violencia de Género de la Comunidad Autónoma Canaria define qué considera la Comunidad violencia de género. Antes, hace una aclaración: «con independencia de que las mismas estén o no tipificadas como delito o falta penal, o infracción administrativa por la legislación vigente en cada momento».
El Código Penal, vigente para todo el Estado, solo castiga como violencia de género algunas de sus manifestaciones (las que se producen por hombres contra mujeres que sean o hayan sido sus parejas con o sin convivencia) mientras que la Comunidad Autónoma Canaria, amplía la protección que ofrece a todas las que sufran, entre otras, la violencia física comprendiendo esta «cualquier acto de fuerza contra el cuerpo de una mujer, con el resultado o el riesgo de producirle una lesión física o un daño» sin exigir el requisito de que haya habido convivencia o alguna relación de afectividad.
Esta diferente legislación no afecta al juicio o condena del caso, que siempre se rige por el Código Penal, pero sí marca la diferencia en el momento de prestar atención desde los servicios del Gobierno de Canarias a las posibles víctimas, y en el momento de cifrar la incidencia de los asesinatos machistas en el Archipiélago.
La ley canaria, además, se acerca a lo establecido en el Convenio de Estambul, ya que considera como violencia de género todas las que sufren las mujeres por su situación de desigualdad estructural, lo que significa que, además de las que ya contempla el Código Penal, atiende como violencias de género las que sufren mujeres prostituidas, víctimas de explotación, abusos sexuales y violaciones.
Durante el acto se leyó el manifiesto de condena del Gobierno de Canarias con el objetivo de tener presente el motivo de la lucha diaria contra la violencia machista y que “el silencio nunca más vuelva a ser la respuesta ante un caso de asesinato machista”.
Manifiesto institucional de repulsa ante feminicidios
Lamentablemente, nos volvemos a encontrar con un nuevo caso de violencia machista. Carmen C.A., de 84 años, ha sido asesinada supuestamente por su sobrino, Sean C.R., de 58 años, el 20 de marzo en Las Palmas de Gran Canaria.
Diríamos que es la segunda mujer asesinada de este año en Canarias, pero en realidad son ya 103 vidas de mujeres y 8 niños y niñas que el machismo nos ha arrebatado desde el año 2003. En este sentido, el Gobierno de Canarias ha tomado la decisión de no poner el contador a cero al comenzar el año y seguir nombrando a cada una de las víctimas de violencia machista, mujeres y menores, pues lo contrario sería invisibilización y olvido.
Cabe destacar que este asesinato no es un hecho aislado, que si bien el feminicidio es la demostración más extrema de violencia contra las mujeres, no es el único ejemplo, pues vivimos en una sociedad profundamente desigual, cuya estructura social fomenta todo tipo de discriminaciones y violencias contra las mujeres: violencia física, violencia económica, violencia psicológica, violencia sexual, violencia simbólica.
Es por ello que el papel de las instituciones es importante en la búsqueda de una sociedad igualitaria y justa: una desigualdad estructural necesita de medidas estructurales para ser subvertida, políticas públicas que en colaboración y consonancia con todos los agentes sociales, transformen gradual pero firmemente este mundo, hasta convertirlo en un lugar donde el simple hecho de ser mujer no constituya un peligro de muerte.
Cierto es que ya hace muchos años que, al igual que a lo largo y ancho del planeta, en este país hemos iniciado el camino feminista hacia una vida libre de violencia machista, y en él hemos ido avanzando. Sin embargo, hoy nos toca visibilizar y denunciar un asesinato más, y mientras esto continúe sucediendo nos veremos en la obligación de reconocer que aún nos queda camino que recorrer.
Una vez más, lanzamos nuestro mensaje de rechazo rotundo de la violencia machista en todas sus manifestaciones y nuestro compromiso con la igualdad.
Confirmamos a las mujeres en situación de violencia, y a la sociedad en su conjunto, que seguiremos enfocando nuestro esfuerzo en tomar medidas efectivas contra la violencia de género, así como en incidir en cambios profundos que nos encaminen hacia la erradicación de la violencia machista, para que algún día podamos decir que el machismo, la violencia contra las mujeres y la vulneración de sus derechos, son cosas del pasado.
Por Carmen, su familia y por todas las víctimas de la violencia machista:
NI UN FEMINICIDIO MÁS.
NI UNA MÁS. NI UNA MENOS