Un grupo de 26 escolares del CEIP Pintor Néstor de Las Palmas de Gran Canaria han recreado el yacimiento arqueológico de Risco Caído, en el juego de creación o mundo abierto Minecraft. Durante dos meses, el alumnado ha reconstruido virtualmente este entorno enclavado en Barranco Hondo, así como varias de las cuevas usadas por la antigua población canaria, incluida la que alberga el icónico marcador solsticial y equinoccial.
El resultado final será presentado a los IV Juegos Escolares Minecraft, de ámbito nacional, desarrollado en la versión educativa de la plataforma y que propuso -en esta edición- llevar a cabo un proyecto de investigación y recreación de Patrimonios Mundiales. El CEIP Pintor Néstor no tuvo dudas y optó por el Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria.
“Ha sido increíble el trabajo que ha hecho el alumnado, colocando bloque a bloque, investigando, buscando información y trabajando en equipos colaborativos”, explica la profesora Yurena Ramos, coordinadora del proyecto, maestra de Educación Primaria, Graduada en Psicología y nominada en 2019 al Premio Mejor Docente de España a propuesta de alumnado y familias.
El proceso de recopilación de información supuso en sí mismo una inmersión en los valores que atesora la Cumbre de Gran Canaria y, por lo tanto, en una vía más para su difusión entre la población escolar de la mano en este caso de las nuevas tecnologías y de una de las plataformas de juego más populares, según subraya el director técnico del Paisaje Cultural, José de León.
De este modo, el territorio que gestiona el Instituto del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, se ha transformado en un espacio digital habitado por diversos personajes que explican los valores y atributos del yacimiento de Risco Caído y que permite sobrevolar el lugar, caminar por él o adentrarse en las antiguas cavidades que la población aborigen usó como viviendas, graneros, espacios rituales o para la medición del tránsito entre estaciones.
La iniciativa surge en el seno de un centro educativo cuyo lema es ‘Sin emoción no hay proyecto’, tal y como explica su directora, Cristelle Iorio. “Nuestra filosofía se sustenta sobre dos pilares, que son la potenciación de las vocaciones científicas, y a la vez de la inteligencia emocional y el pensamiento crítico. Por eso todos los proyectos tienen un vínculo común”, resume. Recalca que estos conceptos confluyen en el proyecto del juego de Minecraft sobre el Patrimonio Mundial.
El hecho de utilizar la versión educativa de un juego como Minecraft, que es conocido por millones de niños y niñas de todo el mundo, promueve un entorno interesante y motivador donde se desenvuelven de forma segura para afrontar retos que guardarán relación con elementos curriculares, subrayan desde la organización del certamen, cuya cita de 2021 se enmarcó en el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas.
El proyecto clasificatorio debe ser entregado a finales de mayo para su evaluación por un jurado que decidirá qué propuestas pasan a la gran final nacional, cuyo resultado será anunciado en junio. Se premiará al alumnado, profesorado y colegios con un certificado de participación, además de otorgar diferentes premios y trofeos a los tres primeros clasificados.